“En esos momentos
cuando he sentido que hace falta algo en mi corazón recuerdo estas tres
palabras: Fe, esperanza, amor”.
Es a través de la FE, mi palabra preferida, lo que
siempre ha motivado a los seres humanos a cumplir sus metas, sobre cuando
existe una infinita FE en Dios. La FE es la garantía de algo que ya sucedió, es
esa certeza de lograr el objetivo y obtener esa gran recompensa de lo que
se desea.
La esperanza es la fuerza que impulsa la FE. Es a
través de la esperanza que día a día podemos aumentar nuestra FE. La esperanza
es esa ilusión que prepara nuestra mente y nuestro corazón para recibir una
bendición o esa gracia que se desea con el corazón.
El amor se convierte en el articulador de la Fe y
la esperanza, es esa rueda que las mueve, las motiva y las mantiene, y solo a
través del amor es cuando la esperanza mantiene encendida la llama y la FE
garantiza la bendición.
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Por esta razón, para que el deseo que hay en su
corazón sea una realidad, hay que tener FE (garantía que ya recibió su deseo)
esperanza (la fuerza que motiva su FE) y amor (la rueda que impulsa su fe y su
esperanza).
...Que no sea un pensamiento, sino una actitud....