miércoles, 17 de agosto de 2011

…La soledad es un espacio que solo se llena con la presencia de Dios…





 
Juan no sabía que regalarle a su novia para el día de su cumpleaños, finalmente con un trozo de corcho,  le hizo un gran corazón con un agujero en el medio, -“¿Que quiere decir esto?”- Le pregunto la chica. Él mirándola con gran ternura le respondió: -“Raquel tu y yo nos amamos mucho, pero en tu corazón y en mi corazón siempre habrá un agujero, un vacio, una soledad que solo el amor de Dios puede llenar completamente, gracias por colmar mi corazón Jesús”-
Fragmento, Tu me has seducido, Hermana Glenda.


El fragmento de esta canción en principio resume dos cosas, la primera es la búsqueda constante de las personas por buscar el amor con la firme intención de llenar ese vacío que en muchos casos ineludiblemente existe en nuestro corazón y la segunda es la sutil sugerencia de llenar ese espacio solo con la presencia de Dios.

En estos tiempos, parece una constante, ver a muchas personas que se sienten solas y es fácil encontrar a hombres y mujeres en una constante búsqueda de llenar ese espacio de soledad que permanece persistente en sus corazones. En algunos momentos, aunque se esté rodeado de muchas personas, padres, hijos, amigos, familiares, existe una sensación de soledad que al parecer no desaparece. Nos preguntamos por qué, que es lo que hace que exista ese hoyo en nuestros corazones, ese agujero que cada día se hace más y más grande.

Esta sensación de vacío generalmente nos lleva a cometer algunos errores comunes, como el consumo de alcohol, drogas, juego y otras tantas que en vez de llenar ese espacio ayuda reiteradamente  a hacer el agujero más grande. Sin embargo, también existen personas que no dirigen sus acciones para llenar ese espacio vacío en los vicios, por el contrario, tienen una vida sana, ordenada y sobria, y aunque estén rodeadas de mucha gente, con sus parejas, amigos y familiares etc.,  ven que al final del día en medio de sus reflexiones llega esa sensación de soledad. Al sentir esa sensación y ver que nos acompaña día a día, nos preguntamos constantemente, por qué, qué pasa,  por qué existe ese sentimiento.

Depende de cada quien como manejar esa sensación de soledad, las decisiones que se toman para llenar ese espacio vacío es particularmente decisión de cada quien, pero mi consejo en el día de hoy, es buscar la presencia de Dios. Él es el único que puede con su inmenso amor llenar ese agujero, llenar ese vacío que nos acompaña. Acercarnos a Dios a través de la oración es la maravillosa forma de opacar ese espacio vacío, realizar un acercamiento diario a Dios, entablar una conversación sincera con él, entregándole todas nuestros problemas y dificultades, nuestras alegrías y tristezas, nuestras metas y fracasos, nuestros sueños y actitudes, para que él actué en nuestros corazones y en nuestras vidas.

-“Dios yo te necesito, te abro las puertas de mi vida y recibo como mi señor y salvador, gracias por perdonar mis pecados, toma el control del trono de mi vida, te pido que me acompañes en mi casa, en mi trabajo, en mi estudio y en mi familia, guíame por tu camino y permíteme ser feliz cada segundo de mi vida, no dejes que la tristeza invada mi corazón y ante cualquier evento que nuble mi vida permíteme salir victorioso, dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, permíteme sobreponerme ante la adversidad y aprender cada día de mis errores, ayúdeme a ser hoy mejor persona que el día anterior y haz de mi esa persona que tu quieres que yo sea”-.